
Introducción
En la vida diaria todos usamos tarjetas, pero no siempre pensamos en lo que significan nuestras elecciones. Muchas veces surge la duda: ¿qué me conviene más, pagar con tarjeta de crédito o débito? La respuesta no es tan simple, porque cada una tiene beneficios, límites y hasta riesgos escondidos.
1. Tarjeta de débito: simple y directa
La tarjeta de débito es la más sencilla: gasta lo que ya tienes. Cuando pagas, el dinero se descuenta en el acto de tu cuenta.
- Lo bueno: no hay intereses, no te endeudas y tienes un control inmediato.
- Lo no tan bueno: no te ayuda a construir historial crediticio y solo puedes comprar dentro del saldo disponible.
En otras palabras, es ideal para compras cotidianas: el mercado, una salida con amigos o cualquier gasto pequeño que quieras liquidar de inmediato.
2. Tarjeta de crédito: más libertad, más responsabilidad
El crédito parece tentador: te permite comprar sin tener el dinero a la mano y pagar después. Puede ser muy útil si sabes organizarte, pero también puede convertirse en un dolor de cabeza.
- Ventajas: financia compras grandes, ofrece la posibilidad de dividir en cuotas y ayuda a formar historial crediticio.
- Riesgos: la SBS reporta que la tasa de interés promedio de una tarjeta de crédito supera el 70 % anual en Perú. Eso significa que, si no pagas el total y te quedas en el mínimo, la deuda crece a una velocidad impresionante.
Un ejemplo sencillo: si compras S/ 1,000 y te quedas pagando solo lo básico cada mes, en un año podrías terminar entregando más de S/ 1,700.
3. Costos que se esconden en la letra pequeña
Más allá de los intereses, las tarjetas de crédito suelen traer costos que no siempre se explican con claridad:
- Penalidades por atrasarte un solo día.
- Comisiones por usarla en el extranjero.
- Cargos por reposición o gestiones administrativas.
La SBS ha reducido la cantidad de comisiones permitidas, pero todavía es común que muchos usuarios se sorprendan al ver cargos adicionales en su estado de cuenta.
4. La psicología detrás de las tarjetas
El dinero no se mueve solo con números, también con emociones. Y las tarjetas lo demuestran:
- Con crédito, al no ver el dinero salir de inmediato, es fácil sentir que “todavía hay margen” y gastar de más.
- Con débito, el golpe es instantáneo: ves cómo baja tu saldo y eso ayuda a contener los impulsos.
Según una encuesta realizada por la SBS y la CAF, solo un 13 % de los peruanos muestra un nivel alto de educación financiera. Esto explica por qué tanta gente cae en deudas sin darse cuenta.
Algunas ideas para no perder el control:
- Fija un presupuesto y respétalo.
- Usa alertas para saber cuánto llevas gastado.
- Revisa con calma tu estado de cuenta antes de pagar.
5. Una tercera opción: Buy Now Pay Later (BNPL)
Además de débito y crédito, existe una alternativa que viene creciendo en el mundo y también en el Perú: el BNPL.
En nuestro país, Powerpay ofrece este servicio. La lógica es simple: divides tus compras en 3, 6 o 12 cuotas fijas, con comisiones bajas y transparentes. La gran ventaja es que sabes desde el principio cuánto pagarás cada mes, sin intereses escondidos ni sorpresas en el camino.
Es una opción intermedia: no vacías tu cuenta de golpe como con débito, ni te expones a intereses tan altos como con el crédito.
👉 Para conocer más detalles, puedes visitar: powerpay.pe/como-funciona.
Conclusión
Al final, la duda entre tarjeta de crédito o débito no tiene una única respuesta.
- El débito es la alternativa segura para quienes quieren vivir sin deudas.
- El crédito puede ser una herramienta útil si se usa con cabeza fría y se paga completo cada mes.
- Y el BNPL (Powerpay) surge como una tercera opción para quienes buscan flexibilidad y claridad en sus pagos.
Lo importante no es quedarse solo con una, sino conocer cómo funcionan y elegir de manera consciente. Al hacerlo, las tarjetas (y el BNPL) dejan de ser un riesgo y se convierten en aliados de tu vida financiera.